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Se ha implementado una estricta seguridad en la capital francesa, París, mientras el país se prepara para un fallo crucial sobre la constitucionalidad de los cambios divisivos en el sistema de pensiones de Francia.
El Consejo Constitucional de París, el equivalente francés de la Corte Suprema de Estados Unidos, intervino antes de la decisión, que podría elevar la edad de jubilación de Francia de 62 a 64 años.
Un experto en derecho constitucional francés le dijo a CNN que la operación policial para proteger la corte no tiene precedentes. “Desde que tengo memoria, nunca había visto imágenes como esta”, dijo Laureline Fontaine.
Las protestas masivas han paralizado servicios clave en todo el país este año por la propuesta del presidente francés Emmanuel Macron, una medida que enfureció a los legisladores y sindicatos de la oposición. Basura no recogida amontonada en las calles de París.
Hay varios resultados posibles del fallo del viernes. Si la ley recibe luz verde, entrará en vigor en septiembre. Los primeros jubilados tendrán que esperar tres meses más para recibir sus pensiones estatales. Con aumentos graduales constantes, para 2030 la edad de jubilación será de 64 años.

También puede haber una huelga parcial. Si solo una parte de ella se considera inconstitucional, el tribunal puede optar por convertir el resto de la legislación en ley. Esto probablemente se verá como una victoria para Macron, quien luego podrá ofrecer diálogo a los sindicatos.
Si un tribunal determina que una ley es inconstitucional, no puede ser promulgada. Esto es poco probable y sería un terremoto político para Macron, cuyo gobierno ha impulsado la legislación sin voto directo utilizando poderes constitucionales especiales.
El consejo también decidirá el viernes si permite un referéndum sobre la ley, que ha pedido la oposición.
Macron ha argumentado que se necesitan reformas para controlar las finanzas públicas y se mantuvo firme esta semana, diciendo: “El país debe seguir avanzando”.
El jueves marca el 12º día nacional de protestas contra las propuestas. Cientos de miles salieron a las calles, pero la participación en el Ministerio del Interior -380.000- fue unas 200.000 menos que en la ronda anterior de protestas.
Algunos manifestantes en París irrumpieron en la sede del gigante de lujo LVMH, y un líder sindical le dijo a CNN: “Si Macron quiere encontrar dinero para financiar el sistema de pensiones, debería venir aquí a buscarlo”.
Las protestas fueron en su mayoría pacíficas, pero también fueron testigos de enfrentamientos violentos.